El sentenciado a muerte Rogelio Cannady fue ejecutado el miércoles en Texas por matar a un compañero de celda cuando cumplía ya dos cadenas perpetuas por otro par de homicidios.

En tanto, Paul Everette Woodward recibió la inyección letal en Mississippi por violar y matar a una mujer en 1986.

Inyección letal

Cannady, de 37 años, no negó haber matado a golpes a su compañero de celda, de 55 años, valiéndose de un cinturón y un candado, en octubre de 1993.

Pero el sentenciado insistió en que el ataque en la prisión de la Unidad McConnell, en el sur de Texas, fue un acto de legítima defensa, ante un intento de abuso sexual.

La ejecución, realizada por la noche mediante una inyección letal, convirtió a Cannady en el décimo reo a quien se aplica la pena capital este año en Texas, el estado que más impone esa sentencia.

Un día antes, las apelaciones presentadas por la defensa de Cannady fueron rechazadas en los tribunales federales.

Cannady había apelado su sentencia original por matar a dos adolescentes, al considerar que aquel caso fue manipulado por una confesión sacada a la fuerza.

En tanto, un hombre condenado a muerte por violar y asesinar a una mujer en 1986 fue ejecutado el miércoles en Mississippi, informaron las autoridades.

La ejecución de Paul Everette Woodward se realizó poco después de las 18.30 (2330 GMT), en la penitenciaría estatal de Parchman.

Es una de las dos ejecuciones previstas en el mismo número de días. Está programada la aplicación de la pena capital a Gerald James Holland, el jueves, a las 18.00 (2300 GMT).

Woodward, de 62 años, fue sentenciado a muerte en 1987, por la muerte de Rhonda Crane, que trabajaba como voluntaria en el tribunal juvenil del condado de Jackson.

En julio de 1986, Crane conducía su vehículo a fin de reunirse con sus padres para un campamento familiar, cuando Woodward le cerró el paso con un camión, en la autopista 29 de Misisipí, dijeron los fiscales.

Un jurado encontró a Woodward culpable de secuestrar y violar a Crane, a quien después mató a tiros.