La consejera regional de Justicia de Cataluña, Montserrat Tura, informó hoy de que ya se han identificado a las doce víctimas del siniestro, a la espera de contrastar el ADN de una joven rumana de 30 años, para lo que se ha solicitado la ayuda de la Interpol y de las autoridades de Rumanía.

Tres días después de la tragedia ferroviaria, la más importante ocurrida en España desde 2003, ya han sido identificadas las doce víctimas mortales: siete ecuatorianos, tres bolivianos, dos colombianos y una rumana.

Los fallecidos identificados, de entre 17 y 39 años, son: Jesús David Parada Ayala (Bolivia, 1991), Diego Erwin Gutiérrez Algarañaz (Bolivia, 1992) Jorge Eliecer Serrano Varón (Colombia, 1971), John Mauricio Osorio Linarez (Colombia, 1977), Danny Ariosto Cedeño Caina (Ecuador, 1985), Fernando Chamorro Pinchao (Ecuador, 1986), Janela Lizeth Luna Correa (Ecuador, 1993), Rosa María Vilar Arboleda (Eduador, 1993), Claudio Javier Mejía Aguas (Ecuador, 1986), Jihnson Eduardo Silva García (Ecuador, 1992). Una familia ecuatoriana no ha querido facilitar el nombre de su hijo fallecido.

Tura explicó que inicialmente se había dado la cifra de trece fallecidos porque se pensaba que el ADN de dos fragmentos de las personas atropelladas eran de dos personas gemelas, pero al final se ha certificado que era de la misma víctima.

Ahora sólo queda determinar la identidad de la joven rumana, puesto que en su documento de identidad no constan las huellas digitales, por lo que se ha solicitado la colaboración de la Interpol y de Rumanía para poder "contrastar" el ADN con los familiares que residen en aquel país.

Los fallecidos, junto a muchos más jóvenes, se desplazaban desde la vecina Barcelona a las playas de Castelldefels para participar en una fiesta latina en el marco de la noche de San Juan.

Según las primeras investigaciones, las víctimas fueron arrolladas cuando descendían de un tren de cercanías para acudir a la playa.

El grupo cruzaba la vía férrea por un lugar indebido sin percatarse de la llegada de un tren de alta velocidad que no tenía parada en la estación y que se desplazaba a una velocidad de unos 140 kilómetros/hora.

Mientras proseguían durante la jornada de hoy los trabajos para identificar a todas las víctimas de la trágica noche del miércoles, el drama de familiares y amigos proseguía en la Ciudad de la Justicia de Barcelona.

Un joven ecuatoriano ha acudido allí en busca de ayuda psicológica porque no puede dormir solo tras presenciar como el tren arrolló a una treintena de personas.

Se trata de David, un joven ecuatoriano de 18 años, que ha ido acompañado por su madre en busca de ayuda psicológica que le permita superar el trauma que supuso presenciar el mortal accidente.

El joven declaró que vio como el tren estuvo a punto de atropellar a uno de sus amigos. Desde entonces no puede dormir porque cuando cierra los ojos "me viene esa imagen a la cabeza", dijo abrazado a su madre.

Asimismo, vecinos de Castelldefels, sobre todo de origen latinoamericano, depositaron flores en la estación de tren en recuerdo de las víctimas.

Además, varios centenares de ecuatorianos se concentraron hoy en el Arco del Triunfo de Barcelona en recuerdo de las víctimas.

El embajador de Ecuador en España, Galo Chiriboga, se acercó a la capital catalana para ofrecer personalmente su ayuda a los familiares de los fallecidos, y declaró que espera que la investigación sobre el siniestro acabe "cuanto antes".

Desde el Gobierno de España y la Generalitat de Cataluña (Gobierno regional) insistieron hoy en que la causa del accidente fue una "imprudencia" por parte de las personas que cruzaron las vías del tren.

El ministro de Fomento, José Blanco, afirmó que los últimos informes "ratifican que ha sido una imprudencia lo que ha causado la tragedia que a todos nos ha asolado".

Después de detectarse que muchas personas siguen cruzando las vías del tren a pie en el litoral catalán, Blanco hizo "una llamada a la prudencia".

En cuanto a los heridos en el accidente, dos de las mujeres hospitalizadas, que se encontraban en estado grave, han pasado a ser consideradas por los médicos como personas en situación menos grave.

Se trata de una mujer de 25 años con fractura de pelvis y de otra joven, de 18 años, con fractura de tibia y peroné y traumatismo craneal.

Los otros ocho heridos evoluciona también de forma favorable, según informaron fuentes del departamento de Salud de la Generalitat de Cataluña (Gobierno regional).