Marchan contra la delincuencia
8:26Residentes en los barrios Los Guandules, Guachupita y La Ciénaga, de la capital, marcharon ayer en reclamo del cese de la violencia contra el ruido que no los deja vivir en paz y para condenar la impunidad de los agentes policiales que abusan de su autoridad en esos sectores.
Decenas de ciudadanos partieron de las iglesias Domingo Savio, San Martín de Porres y San Ignacio de Loyola, con pancartas y consignas alusivas a sus reclamos, hasta llegar al puente que une a Guachupita y Los Guandules.
Los feligreses se quejaron de la delincuencia, el ruido y los males que aquejan a esos sectores, al tiempo de pedir a las autoridades intervenir para que sus moradores puedan vivir en paz.
El padre Pablo Mella, de la parroquia Domingo Savio, manifestó que las iglesias han celebrado un novenario de oraciones, para pedir nueva vez que la fuerza del espíritu que llenó a María rompa las cadenas de los males del barrio, como el ruido, delincuencia y drogadicción.
“Nuestras comunidades salen a caminar como señal de que no aguantamos más los males de nuestro barrio. Y por eso le pedimos a nuestra virgen de Las Mercedes que rompa las cadenas que mantienen nuestro barrio bajo los males de la violencia, corrupción y el ruido insoportable que no nos deja descansar y vivir en paz”, expresó el sacerdote.
Expresó que tampoco es posible tener calidad de vida cuando las fuerzas públicas que están llamadas a garantizar la tranquilidad y la seguridad ciudadana, se dejan comprar por aquellos que ponen en zozobra a los indefensos y las personas trabajadoras, o persiguen injustamente a jóvenes inocentes para sacarles dinero.
“No podemos tener vida en abundancia, sin un servicio policial de calidad, honesto y profesional. Queremos un policía del lado del pueblo”, enfatizó el religioso.
La señora María Montero Encarnación, con pancarta en manos, dijo que está enferma del corazón y de los nervios por los ruidos, y que incluso han muerto prematuramente por esa causa personas que padecen enfermedades terminales.
“Nosotros no queremos que les quiten las bocinas a los colmadones o las casas de familia, pero sí queremos crear conciencia de cómo vivir en una comunidad de paz y que se respeten las leyes de nuestro país”, apuntó Montero Encarnación, quien dice tener 20 años residiendo en Los Guandules.
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