Paciente narra lucha para vencer obesidad
8:31Las limitaciones, los sacrificios, los sufrimientos y la lucha que arrastra en su vida una persona con obesidad son bien conocidos por Tony Cortinas, de 42 años de edad, quien desde los 25 años llegó a pesar 492 libras.
Hoy con 120 libras menos y con una visión diferente de la vida que le empuja a seguir luchando, Tony se siente un vencedor y dice estar convencido de que seguirá alcanzando sus metas porque asumió el bajar de peso como su proyecto de vida.
Asegura que para poder escribir el número de dietas, medicamentos, planes y otras cosas que ha hecho para bajar de peso tendría que utilizar un rollo de papel de baño para tener sufi ciente espacio, además de que fuera millonario si tuviera a la mano el dinero que ha invertido con ese propósito. Sin embargo, nada le dio resultado sostenible a largo plazo.
Aunque confi esa no ser una persona derrotista y que se haya estado escondiendo socialmente, sí reconoce que la obesidad le ha causado muchos sufrimientos, tristezas y limitaciones, al punto que dejaba de salir por la fatiga que le generaba caminar. Cuando llegaba de la calle tenía que esperar una hora sentado dentro del carro para tomar el aliento que le permitiera subir las escaleras que le llevarían a su casa.
“El mismo cansancio al caminar hace que uno se aisle.
Llegó un momento en que salía a asuntos laborales exclusivamente”, recuerda Tony, quien confi esa que eso le sucedía a pesar de que él forma parte del escaso 10 por ciento de los obesos mórbidos que son saludables, porque aún no ha desarrollado problemas de diabetes, hipertensión y otras complicaciones de salud.
Recuerda que desde niño nunca fue fl aco, pero tampoco obeso, y que fruto de la cultura dominicana donde los padres se empeñaban en que los niños coman, a veces de más, fue desarrollando un gran apetito, que después de superar la adolescencia, se convirtió en una adición por la comida.
“Con el obeso sucede algo raro, y es que todo lo que nos pasa lo pagamos con comer, perdemos la frontera entre alimentarnos y comer. Si tenemos carencia de cualquier tipo, económica, de afecto, de amigos, en los estudios, lo refl ejamos como hambre”, refl exiona. Sabe, con conocimientos de causa, que la vida del obeso gira entorno a la comida.
Hoy Tony tiene 374 libras, se mantiene activo en programas de ejercicios y seguimiento en la alimentación.
Cuenta que su vida cambió luego de formar parte de la primera temporada del reality show “Cuestión de peso”, producido por la comunicadora Yolanda Martínez, donde con el seguimiento de expertos ha logrado un cambio en su forma de pensar y actuar que le han permitido perder ya 120 libras, dejando atrás el cansancio que le generaba caminar.
Al ser un trabajador independiente ha programado sus citas de trabajo de forma tal que no interfi eran con su rutina de ejercicios. Lo primero que hace al levantarse es desayunar y cumplir con las meriendas establecidas y se va a pie al gimnasio, lo que signifi ca una hora de camino, además entrena por hora y media.
Reconoce la fortaleza que le da para seguir adelante el apoyo externo que recibe de su entrenador en el gimnasio, Marcelo Armando Bueno, quien cuando él no va, lo llama.
Tony dice que con la conciencia que tiene hoy, cuando se case y tenga sus hijos, los educará en la alimentación, porque nunca quisiera que un hijo suyo sufra lo que él ha pasado fruto de la obesidad. “Yo sería cruel si someto un hijo mío al sufrimiento que yo he tenido”.
Realidad
Las vivencias de Tony son bien conocidas por las miles de personas que sufren de obesidad en el país, y por médicos que trabajan con este tipo de pacientes.
La endocrinóloga Dolores Mejía asegura que cuando una persona se somete a planes de dietas que no son reales y que son ajenos a su realidad sufre mucho.
Reconoce que los métodos convencionales que se utilizan para adelgazar son muchos y variados, pero que lo básico es que en la dieta se respete las tradiciones culinarias del individuo.
Se recomienda una dieta de intercambio, donde el terapeuta calcula el gasto energético del paciente y eso lo lleva a los siete grupos principales de alimentos que son pan, cereales, tubérculos, leguminosas, carnes, lácteos, vegetales, frutas, grasas y accesorios.
Dice que es el especialista el que debe calcular la porción que debe consumir el paciente, pero a partir de ahí es la persona el artífi ce de su propio menú de acuerdo a su realidad, capacidad económica y el gusto particular.
“Lo real es el intercambio, es lo que la persona puede llevar por los siglos de los siglos”, agregó.
Eso es lo que hace que cuando una persona vaya a un restaurante no diga la frase más horrorosa: “Yo estoy a dieta, no puedo comer”.
LA INCIDENCIA DE LA OBESIDAD SIGUE EN ALZA
-El sobrepeso y la obesidad son condiciones que han ido en aumento a nivel mundial. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que existen 1.6 billones de obesos en todo el mundo, cuya tendencia ha crecido 40 por ciento en los últimos 10 años.
-En América Latina la obesidad está creciendo de forma preocupante. México está compitiendo con Estados Unidos en prevalencia de obesidad, y se estima que aumenta en Brasil e incluso en Cuba.
-Pese a que no hay datos actualizados, especialistas concuerdan en que República Dominicana no escapa a esta tendencia. En el 1998 el Instituto Dominicano de Cardiología conjuntamente con otras entidades realizó el primer y único estudio nacional sobre factores de riesgos cardiovasculares.
Estableció que la diabetes tenía una prevalencia de un ocho por ciento; los que tienen intolerancia a la glucosa 13 por ciento y el sobrepeso y la obesidad rondaban el 40 por ciento de la población.
-Actualmente el Instituto de Cardiología, la Sociedad Dominicana de Cardiología y de Endocrinología llevan a cabo el segundo estudio nacional, para determinar los riesgos cardiovaculares y por ende la realidad de la obesidad.
-El aumento de la obesidad se atribuye a mala alimentación y al sedentarismo que vive la población de hoy. Una persona es obesa cuando tiene un Índice de Masa Corporal (IMC) que es la relación entre peso y talla, superior a 30.
De acuerdo a estudios realizados por la OMS, en el primer lugar entre los países con altos índices de obesidad se encuentra Estados Unidos.
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