También se registraron inundaciones y granizos del tamaño de una pelota de golf en algunas zonas.
No se informó de heridos graves, pero uno de los tornados dejó inhabitables 21 viviendas en la zona de Washington Terrace, dijo el jefe de la policía teniente Nate Hutchinson al periódico Deseret News.

La habitante Gaelynn Sewell perdió su casa en la tormenta; ni siquiera le quedó un cepillo de dientes ni ropa limpia. "Perdimos cosas que jamás serán reemplazadas", afirmó Sewell al periódico The Salt Lake Tribune.

Unas 50 familias fueron desalojadas debido al tornado y se calcula que los daños alcanzan unos 1.5 millones de dólares. Las clases fueron canceladas en diversas escuelas.

Varios estudiantes de la Academia Militar de Utah estuvieron a punto de quedar atrapados en el tornado cuando participaban en una carrera de 5 kilómetros.

Los estudiantes se sujetaron de árboles mientras pasaban escombros volando. Algunos árboles se quebraron a la mitad.

Parecía como si tratara de huir de una aspiradora gigante", dijo Jacob Hite al Deseret News.

Las autoridades dijeron que el retiro de los escombros podría tardar varias semanas.
Otro tornado arrancó un tejado y dañó dos inmuebles en la localidad de Panguitch, en el sur de Utah.
Es la segunda ocasión en menos de un mes que un fenómeno de este tipo toca tierra en la zona, según las autoridades.