Sismo en Italia deja a miles sin casa por tiempo indefinido

0:00

Alrededor de tres mil personas permanecen fuera de sus hogares tras la serie de terremotos que golpearon ayer el centro de Italia y se preparan para su segunda noche, en la que optarán entre dormir con parientes, en albergues o tiendas de campaña.

Esta es la alternativa que se ofrece a las hasta 300 personas que viven en el campamento de Visso, epicentro del sismo – se espera que llegue hasta 700- y que se propondrá al resto de damnificados.

Visso y Ussita son dos de los municipios que se encuentran más próximos al epicentro del terremoto y los estragos en sus calles son evidentes, aunque bastante superiores en la primera localidad.

El alcalde de Visso, Giuliano Pazzaglini, explicó que los que lleguen a este campamento deberán elegir entre pernoctar en tiendas de campaña, en alojamientos en el litoral adriático, permanecer con familiares o en sus coches.

Del campamento de Visso salieron dos autobuses en los que evacuaron a un centenar de personas para dirigirse a instalaciones de Civitanova Marche, en la costa del Adriático, y se dio prioridad a las personas con movilidad reducida y a los ancianos.

El caso es que estos damnificados no pueden regresar a sus casas, muchas de ellas resquebrajadas y dañadas a causa de los varios temblores que azotaron la zona desde la tarde del miércoles, el mayor de ellos de magnitud 5.9 en la escala Richter.

Muchos aseguran estar vivos "de milagro", debido a que el primer temblor se registró a las 19.11 hora local y sirvió de "aviso" a la población, que se echó a las calles.

Desde Ussita Protección Civil coordina las labores de rehabilitación del área, con carreteras cortadas a causa de los desprendimientos de grandes rocas calizas, y ya puede verse a algunos trabajadores tratando de restablecer el alumbrado público.

Visso y Ussita, dos de los municipios más próximos al epicentro y los estragos en sus calles/ Foto: Reuters

En Visso la situación es, sin embargo, más cruda, con tejados desplomados y militares en cada esquina para controlar los accesos de quienes se adentran en sus calles.

En la cercana y turística Norcia los vecinos asistieron al desplome de dos de sus joyas arquitectónicas, el santuario de Santa Maria delle Grazie y la iglesia de San Salvatore, esta última completamente hundida.

Los habitantes de esta región lamentan el duro golpe para la actividad comercial de la zona, considerada meta turística y que ya sintió las consecuencias del terremoto del pasado 24 de agosto, en la cercana Amatrice.

En cuanto a las soluciones, en primer lugar Cruz Roja, Protección Civil y efectivos del Ejército italiano, entre otros, colaboran con tiendas de campaña, transportarte de materiales o incluso echando una mano en la cocina del campamento.

Por otro lado, el Gobierno italiano decidió destinar una partida de 40 millones de euros para emprender "con la brevedad y eficiencia posible las intervenciones necesarias para asistir a las poblaciones afectadas".

El primer ministro, Matteo Renzi, visitó la ciudad de Camerino, una de las más afectadas por el movimiento telúrico, y llamó a llevar a cabo la reubicación de sus habitantes y la reconstrucción de la zona lo antes posible.

Renzi aseguró que el compromiso de su Gobierno es decir "no a las tiendas".
No podemos imaginar que estas personas pasen el invierno en tiendas, estamos en octubre. Hay que ver qué se puede hacer en los próximos días", apuntó el jefe del Gobierno.
De este modo, el corazón de Italia revivió la pesadilla del pasado 24 de agosto, cuando perecieron entre los escombros 297 personas.  En esta ocasión no hay muertos y registran pocos heridos.

You Might Also Like

0 comentarios

Popular Posts

Ultimos comentarios