Luego de la partida del último transbordador hacia el continente, los residentes de un cordón de islas en Carolina del Norte se refugiaban ayer jueves mientras el huracán Earl dejaba caer sus primeras ráfagas de lluvia fuerte y vientos de 177 kph (110 mph) avanzaban hacia el litoral.

El cordón de islas costeras conocido como Bancos Exteriores era la primera parada del recorrido de la tormenta a lo largo de la costa este y podría ser el lugar donde cause más daño.

La tormenta seguía siendo grande y potente, aunque su intensidad bajó a categoría 2 y podría debilitarse aún más. El ojo del huracán llegaría hasta 88 kilómetros al este de las islas a las 2 de la madrugada del viernes (0400 GMT), dijo el meteorólogo Hal Austin, del Servicio Meteorológico Nacional. Se espera que vientos huracanados —de más de 119 kph (74 mph)— azoten la costa del continente por un par de horas. Residentes desde Carolina del Norte hasta Canadá estaban en estado de alerta.