Sobreviviente narra matanza de los Zetas
23:03El ecuatoriano Luis Freddy Lala, sobreviviente de la masacre de 72 migrantes en el norte de México, recomendó a sus compatriotas en un video difundido ayer jueves que no intenten llegar a Estados Unidos a través de la frontera mexicana porque “Los Zetas están matando”.
El canal estatal GamaTV difundió las imágenes de Lala, de 18 años, que lo mostraban con cierta dificultad para hablar y el lado derecho del rostro cubierto con gasas. El joven usaba además un cuello ortopédico.
En la entrevista grabada en un avión, presumiblemente de regreso a Ecuador, Lala señaló que 76 migrantes viajaban con él camino a Estados Unidos y que todos habían sido asesinados.
Las autoridades mexicanas han reconocido que Lala y un ciudadano hondureño sobrevivieron a la matanza en una hacienda del estado norteño de Tamaulipas.
Según el testimonio del ecuatoriano, faltaría hallar a dos personas más del contingente de migrantes capturados por presuntos miembros del cartel de Los Zetas.
Sin dar detalles
En una segunda parte de la entrevista televisiva, Lala confirmó que “conmigo eran seis ecuatorianos, mataron cinco”, pero no dio detalles de las identidades de sus compatriotas.
Lala recomendó a los ecuatorianos “que no vengan, que hay muchos malos que no dejan pasar, que no vengan más. Les digo a todos, ecuatorianos, que ya no viajen más porque los Zetas están matando mucha gente”.
Consultado acerca de sus razones para ir ilegalmente hacia Estados Unidos, explicó que “quería llegar donde mis papás pero no pude, ahora ya estoy regresando a mi Ecuador”. “Al cónsul de Ecuador, (le) pedía que me quería encontrar con mi papá, pero dijeron que no podemos”, dijo entre sollozos.
“Quería encontrarme con mi papá, con mi mamá, pero no, están (en Estados Unidos) hace cuatro años”. Lala precisó que la ruta de la migración ilegal hacia Estados Unidos pasaba por Honduras, Guatemala y luego a (la punta mexicana de) Santa Elena “y me crucé en una lancha a México”, en la costa del noreste.
Señaló que al llegar a esa zona “el sábado, como a las diez de la noche, nos rodearon tres carros, salieron como ocho personas bien armados ... nos rodearon, nos bajaron del carro y nos metieron en otro carro”, sin aparente motivo. “Nos metieron en una casa y nos amarraron de cuatro en cuatro con la manos atadas para atrás. Ahí nos tuvieron una noche”, relató. Lala es oriundo de la pequeña y empobrecida población de Ger, 230 kilómetros al sur de la capital, Quito.
DESCRIPCIÓN DE LA MATANZA
“Nos botaron boca abajo y después ... escuché un ruido que disparaban, yo pensé que disparaban... a un lado, pero no, escuché que disparaba a mis amigos y luego llegó disparando a mí. Acabaron de disparar y se fueron, mataron a todos”, señaló. Consultado acerca de la razones de la matanza, relató que “no nos pidieron nada, sólo dijeron: ‘Quieres trabajar con nosotros’ y nadie quiso trabajar con ellos... No nos dijeron nada más”. Lala afirmó que “cuando se fueron, esperé dos minutos, me levanté, salí de la casa, (y) caminé toda la noche”. “Salí con un amigo, salí afuera ... el amigo se separó de mi, pensando que me voy a morir, me fue botando, él era hondureño”, contó Lala.
Detalló que el hondureño, al cual no identificó, no estaba herido porque “él se escondió, no avanzaron a verle a él para matarle... El se metió a la hierba y por eso se salvó”.
Contó que mientras se alejaba del sitio de la masacre vio una luz del alumbrado público y que cerca de allí “salieron dos hombres, pero no me quisieron ayudar”. “Corrí como 10 kilómetros, caminé, con dolor pidiendo auxilio, nadie me quiso ayudar”, relató.
Agregó que hacia las siete de la mañana vio a unos marinos, quienes lo protegieron.
0 comentarios