luvias causan daños por 6 millones de dólares en Bosque Nacional del Yunque
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Las intensas lluvias caídas durante la semana pasada en Puerto Rico causaron daños de unos seis millones de dólares en el Bosque Nacional de El Yunque, la única selva lluviosa del territorio estadounidense, que permanece cerrada al público a causa del corte de carreteras y deslizamiento de tierras.
Así lo apuntó hoy a Efe el supervisor forestal del parque nacional, Pablo Cruz, que explicó que sólo durante seis horas del pasado sábado se acumularon 48 centímetros de lluvia.
Ello causó deslizamientos de terrenos, rompió carreteras y dañó la infraestructura del sistema de veredas y una torre de observación de este bosque tropical.
“Fue un evento bien intenso de precipitación. Son daños bastantes severos”, indicó Cruz al describir la destrucción, que comparó con los desperfectos causados por el huracán “Hortensia” en 1996, cuando se acumularon 63 centímetros de lluvia en Puerto Rico y además, unos 900 residentes en el área quedaron incomunicados.
El parque nacional, administrado por el Servicio Forestal del Departamento de Agricultura de EE.UU., permanecerá cerrado “hasta nuevo aviso” y sus administradores han pedido al Gobierno local que declare el área zona de desastre.
Estos días se trabaja en las áreas más afectadas para que las compañías de turismo puedan retomar sus excursiones al bosque, que recibe una media de unos 1,4 millones de visitas al año.
“El turismo, uno de los pilares de la isla, obviamente se va a afectar. El Yunque es el segundo atractivo de Puerto Rico y el primero como reserva natural en el Caribe”, señaló Cruz, quien lleva veinte años trabajando en el bosque.
Resaltó que es importante que los equipos de mantenimiento puedan acceder pronto a una torre de comunicaciones del aeropuerto internacional Luis Muñoz Marín de San Juan, situada en lo alto del bosque, ya que, de lo contrario, “puede crear un problema”.
También se mostró preocupado por los daños ocasionados en el ecosistema, en especial en lo que pueda afectar al anidaje de la cotorra puertorriqueña, un ave endémica en peligro de extinción que vive mayormente en El Yunque.
La cotorra puertorriqueña (“amazona vittata”) es un ave pequeña con un área blanca alrededor de los ojos y una franja roja sobre el pico. Llamada por los indios taínos Iguca, anida de enero a junio y escoge los huecos en los árboles maduros para poner de dos a cuatro huevos.
El Yunque, que alberga cincuenta especies de orquídeas nativas diferentes, ciento cincuenta especies de helechos y árboles de hasta mil años de antigüedad, fue declarado en 1976 por la Organización de Educación Científica y Cultural de las Naciones Unidas (Unesco) como la primera Reserva Biosférica Internacional en Puerto Rico.
Así lo apuntó hoy a Efe el supervisor forestal del parque nacional, Pablo Cruz, que explicó que sólo durante seis horas del pasado sábado se acumularon 48 centímetros de lluvia.
Ello causó deslizamientos de terrenos, rompió carreteras y dañó la infraestructura del sistema de veredas y una torre de observación de este bosque tropical.
“Fue un evento bien intenso de precipitación. Son daños bastantes severos”, indicó Cruz al describir la destrucción, que comparó con los desperfectos causados por el huracán “Hortensia” en 1996, cuando se acumularon 63 centímetros de lluvia en Puerto Rico y además, unos 900 residentes en el área quedaron incomunicados.
El parque nacional, administrado por el Servicio Forestal del Departamento de Agricultura de EE.UU., permanecerá cerrado “hasta nuevo aviso” y sus administradores han pedido al Gobierno local que declare el área zona de desastre.
Estos días se trabaja en las áreas más afectadas para que las compañías de turismo puedan retomar sus excursiones al bosque, que recibe una media de unos 1,4 millones de visitas al año.
“El turismo, uno de los pilares de la isla, obviamente se va a afectar. El Yunque es el segundo atractivo de Puerto Rico y el primero como reserva natural en el Caribe”, señaló Cruz, quien lleva veinte años trabajando en el bosque.
Resaltó que es importante que los equipos de mantenimiento puedan acceder pronto a una torre de comunicaciones del aeropuerto internacional Luis Muñoz Marín de San Juan, situada en lo alto del bosque, ya que, de lo contrario, “puede crear un problema”.
También se mostró preocupado por los daños ocasionados en el ecosistema, en especial en lo que pueda afectar al anidaje de la cotorra puertorriqueña, un ave endémica en peligro de extinción que vive mayormente en El Yunque.
La cotorra puertorriqueña (“amazona vittata”) es un ave pequeña con un área blanca alrededor de los ojos y una franja roja sobre el pico. Llamada por los indios taínos Iguca, anida de enero a junio y escoge los huecos en los árboles maduros para poner de dos a cuatro huevos.
El Yunque, que alberga cincuenta especies de orquídeas nativas diferentes, ciento cincuenta especies de helechos y árboles de hasta mil años de antigüedad, fue declarado en 1976 por la Organización de Educación Científica y Cultural de las Naciones Unidas (Unesco) como la primera Reserva Biosférica Internacional en Puerto Rico.
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