KABUL - Los talibanes derribaron el miércoles un helicóptero de la OTAN matando a cuatro soldados estadounidenses. El ataque ocurrió en el sur del país en un nuevo episodio de la serie negra que afecta a las fuerzas internacionales, que han perdieron 23 hombres en los últimos cuatro días.

Versión oficial

"Los cuatro soldados eran estadounidenses. Murieron en la provincia de Helmand", declaró el teniente coronel Joseph T. Breasseale, un portavoz de la OTAN en Kabul, poco después de que la Alianza Atlántica anunciara que uno de sus helicópteros se había estrellado en el suelo tras haber sufrido disparos de los insurgentes en ese bastión de los talibanes.

Un portavoz de los talibanes, Yusuf Ahmadi, reivindicó el ataque ante la AFP. "Lo derribamos con un cohete. Se estrelló en el mercado del distrito de Sangin", afirmó.

El portavoz de la gobernación de Helmand, Daoud Ahmadi, confirmó a la AFP que el helicóptero había caído en el distrito de Sangin.

Es raro que los talibanes logren alcanzar un helicóptero. Los que han caído en Afganistán, en su mayoría, ha sido por accidentes, en particular en el momento del aterrizaje.

Ataque anterior
Un poco antes, el miércoles, un militar británico había muerto en la explosión de una bomba artesanal, en el distrito de Nahr-e Saraj, en la provincia de Helmand.

Estos incidentes amplían la serie negra para las fuerzas internacionales: 23 soldados extranjeros han perecido en cuatro días en combates, explosiones de artefactos artesanales y, ahora, en la caída de un helicóptero.

Sólo en la jornada del lunes, siete norteamericanos, dos australianos y un francés murieron, subrayando el desafío que enfrenta el gobierno afgano, que intenta abrir el diálogo con los talibanes en momentos en que estos últimos parecen en posición de fuerza.

Mal promedio
En los últimos meses, de uno a dos militares de las fuerzas de la OTAN mueren, en promedio, cada día en Afganistán.

En Washington, el Pentágono ha estimado que el alza del número de víctimas estaba vinculado al reforzamiento de las presencia militar en el país.

"Tenemos más soldados en Afganistán que en ningún otro momento, en la ISAF y en el contingente estadounidense. El nivel de actividad es elevado, por lo tanto, cuando lanzamos operaciones y combatimos al enemigo, las ocasiones de contacto hostil aumenta", dijo el portavoz del Pentágono, Bryan Whitman.

"Esta ha sido una semana dura", reconoció.

Año hostil
Según un balance establecido por la AFP a partir de cifras del sitio internet independiente icasualties.org, 253 soldados de las fuerzas internacionales perecieron en Afganistán desde el primero de enero de 2010, siendo casi dos tercios (161) militares estadounidenses.

De visita en Londres, el secretario de Defensa norteamericano, Robert Gates, dijo que esperaba que se viera signos de progreso "de aquí a fines de año" en Afganistán, pese al creciente número de víctimas.

El comandante de las fuerzas de la OTAN en Afganistán, el general Stanley McChrystal, "está convencido de que de aquí a fines de año será capaz de mostrar progresos suficientes para validar la estrategia y también justificar que se siga trabajando" allí, afirmó Gates.

Ofensiva en Kandahar
La serie sangrienta en Afganistán se da en momentos en que las fuerzas de la OTAB están empeñadas en una ofensiva en Kandahar, el bastión de los talibanes, que debe culminar en el verano (boreal).

Los talibanes han respondido anunciado, a mediados de mayo, el lanzamiento de una serie de operaciones de "jihad" -ataques, atentados y asesinatos- contra las fuerzas de la OTAN y, en general, contra los extranjeros que viven en el país.